El Rayo vence el primer asalto, pero acaba perdiendo por K.O.
Nadie en Barcelona podía esperar el buen inicio del Rayo Vallecano en el Camp Nou. David podía vencer a Goliat, pero se trató de un espejismo. Sólo durante media hora pudo plantar cara. Un doblete de Alexis y un gol a placer de Villa antes del descanso, fueron mucho castigo para el equipo de Vallecas. Y es que el Camp Nou termina siendo como una cámara de tortura para el rival. Antes o después siempre acaban muertos. La segunda parte, casi un entrenamiento con público más que un partido, sirvió para ver el último gol de Messi que cerraba el marcador, el morbo de ver a Tamudo en ese campo donde nunca pasa desapercibido y la provocación de Piqué de una tarjeta amarilla por perdida de tiempo. Con el cambio de normativa, provocar una amarilla intencionadamente supone un partido adicional, por lo que se perdería el clásico del Bernabeu. Más polémica para el Barça que vuelve a verse amenazado desde Madrid.
"Ya no existe la bohemia de antes. Hoy el mensaje es más claro: si ganás, servís; si perdés, no" Adolfo Pedernera
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