Volvió la champions. Después de unas semanas de liga y selección, volvió la mejor competición europea. El Bernabeu se volvía a vestir de gala para otro partido camino de la décima.
Aunque para mí, se trataba más de un entrenamiento con público con vistas a los próximos partidos, que una prueba para ver el verdadero nivel del equipo.
El único morbo que había era la dupla Sahin-Xabi alonso. Por fin la esperanza blanca unida al único imprescindible del equipo. Dos jugadores de toque, la elegancia de Sahin en el pase corto, con la eficacia de Xabi en el pase largo. Uno diestro y uno zurdo. Ambos hechos para crear juego, para atacar. El complemento perfecto que el donostiarra lleva tiempo buscando. Ni Lass , ni Khedira ni Granero ni Altintop. Ese jugador se llama Sahin.
Anoche estuvo algo descafeinado. Sin arriesgar. Como se suele decir, cortita y al pie. Mucho pase corto sin ninguna verticalidad. Y es que se encuentra en plena pretemporada.
Con el 5 a la espalda, se espera de él manejar el equipo. Sólo espero que Mourinho se atreva a ponerlo. Yo no quiero más tribote, o triangulo de presión alta. Quiero jugar, quiero que el puzzle blanco se complete con la pieza que falta. Pieza traída de Alemania con origen turco. La garra turca con la personalidad alemana.
Con esta pieza, el reloj va a dar la hora. ¿Suenan las diez? No, suena la décima.
"Los primeros 90 minutos son los más importantes." Bobby Robson, ex futbolista inglés.
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